martes, 9 de junio de 2009

Mas que un problema, un fenómeno mundial...


No cabe duda que la Violencia Intrafamiliar o Doméstica no es un fenómeno que apareció de la noche a la mañana. Si bien es cierto que ha existido desde hace mucho tiempo, también lo es el hecho de que va incrementando a medida que pasa el tiempo y dado a ese crecimiento tan acelerado, se ha convertido en una endemia mundial. No importa el lugar, no importa la clase social, no importa la edad; este fenómeno no respeta nada de eso y lo peor: No para, se extiende.

Por lo general, la gente asocia Violencia Intrafamiliar con una mujer golpeada, pero es menester destacar que la misma también incluye a los hijos y demás familiares. Pero la violencia que aquí se emplea no es solamente física, también se engloba en ella, la violencia psicológica.

Algo aún mas grave, es que dicho fenómeno sigue un ciclo compuesto por los que maltratan y los maltratados (víctimas). El primer grupo se conforma de aquellos que cometen actos violentos contra su pareja, hijos y demás personas que conforman su entorno. El segundo, los que reciben la agresión. Cada uno de estos grupos tiene características comunes. Los agresores suelen ser personas que no controlan sus impulsos, con baja autoestima y por lo general, fueron maltratados en su niñez. Por otra parte, los maltratados poseen baja autoestima, suelen ser sumisos, conformistas y también sufrieron maltrato alguna vez. El caso de los niños, es mas triste aún; son criaturas que no tienen como defenderse y los padres se aprovechan de ello para hacer alarde de su autoridad sin darse cuenta que generan ánimos de estado deplorables y que posiblemente, sus hijos también desarrollen conductas agresivas, convirtiéndose en un futuro no muy lejanos en lo mismo que el agresor: Un maltratador.

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