lunes, 7 de septiembre de 2009

Perdidos


Aquél que lastima y aquél a quién lastiman necesitan ayuda. El que pega tiene evidentemente un aura de inseguridad difícil de manejar, probablemente fue maltratado igual o peor y aquél a quién le pegan tiene miedo de seguir al lado del maltratador. Los dos tienen miedo, deben ser tratados especialmente. Tienen problemas psicológicos, vacíos emocionales, recuerdos enfermizos, etc. Necesitan ser tratados. No es culpa de ninguno estar en cualquiera de esas posiciones, de ser maltratado a ser maltratador hay un solo paso… recordar. Recordar los momentos que se han vivido, la violencia sufrida, la que pega tanto física como psicológicamente. Estar frente a situaciones tensas, de rabias o de impaciencia lleva a manejar el problema según lo que se conoce, las herramientas que se han visto y se han aprendido a lo largo de la vida. En un ambiente en donde siempre ha habido violencia, violencia dominará. No hay peor peligro que aquél que tiene miedo y es capaz de sacrificar su bienestar y el de los suyos por temor a ser duramente reprendido. No hay peor peligro que aquél que maltrata por miedos no tratados, expuesto a una realidad siempre cambiante y vulnerable a personalidades pasivas para maltratar y activas que generen mayor miedo en el victimario. Difícil de manejar, ellos están perdidos…


Paz.

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